La Hormiguita

Un día encontré una hormiguita rodando con mucho dolor.

Pensaba que en la vida no había paz ni bendición.

Aquella hormiguita clamaba a Dios por su perdón hasta que

en la vida encontró paz con su oración.

Aquella hormiguita era triste pero había encontrado algo mejor.

Sabia que en su vida iba tener su bendición por haber aguantado

con su vida la confusión.

Aquella pobre hormiguita había entregado todo su amor al maestro porque había encontrado paz y alegría en su corazón.

-MVC-